Deconstruyendo Adolescence

Amenazaba con postear sobre uno de los últimos éxitos de Netflix, Adolescence, y aquí estoy; compartiendo reflexiones desde el ámbito en el que me siento más seguro, el sociológico.

 

Coincido con algunos análisis en que la serie esboza diferentes temas, pero llega a su final sin haber puesto en el foco claramente ninguno de ellos y no sé si es por no pisar algún charco o porque la hipótesis de la serie es que un asesinato no se puede explicar por un único motivo.

 

Desde mi punto de vista, la serie es una historia de configuración de la identidad durante la adolescencia; y, en este sentido, apenas aporta algo nuevo más allá de la sustitución de algunos viejos elementos por otros modernos. Por ejemplo, décadas atrás, los jóvenes varones obteníamos de las revistas porno ciertos “conocimientos” sobre la sexualidad y ahora, el recurso es Internet; pero la demanda o la necesidad es idéntica.

 

El protagonista está en la tormenta de tal proceso y lo atraviesa en una tensión que desencadena el asesinato. Por un lado, hay cierta consciencia (al menos en su entorno) de que no termina de encajar en esa masculinidad tradicional que expresa su toxicidad y violencia en el bullying que sufre en el colegio por parte de esos iguales a los que, parece, intenta pertenecer sin que estos se lo concedan; lo que deviene en frustración y en malestar.

 

Al mismo tiempo, sufre el bullying de unas jóvenes empoderadas que, en lugar de plegarse a los deseos de los jóvenes varones, se revelan ante él o lo gestionan de un modo que también deviene en violencia, como pone de manifiesto la actitud de los incel de Internet con los que se relaciona el protagonista.

 

Y, precisamente, esta me parece la principal aportación de la serie: Adolescence pone de manifiesto un cambio significativo en la sociedad, cual es que las mujeres ya no aceptan, sin más, los deseos de los varones porque se han hecho dueñas de sus vidas; porque no se pliegan a la voluntad de aquellos, sino que deciden, por ejemplo, con quién establecer vínculos afectivos, sexuales, etc. lo cual, activa comportamientos violentos entre quienes no se sienten cómodos en este nuevo escenario y reclaman una vuelta a ese pasado en el que una mujer tenía que mostrar sumisión ante el deseo de un varón.